martes, 15 de marzo de 2016

El curioso caso Leicester City F.C.

Las figuras del Leicester City: Riyad Mahrez y Jamie Vardy


El Leicester City F.C. es el equipo sensación de la Premier League. Ayer venció 1-0 al Newcastle de “Rafa” Benítez, y está cada vez más cerca de obtener su primer título al mantener los cinco puntos de diferencia sobre su perseguidor, el Tottenham Hotspurs. Restan ocho fechas para la finalización del torneo.

Desde su fundación en 1884 a la actualidad, Leicester City nunca pudo ganar la First Division y mucho menos la Premier League. Estuvo a punto de conseguir su primer título en la temporada 1928/1929 pero debió conformarse con el segundo puesto.
El jugador más famoso del conjunto azul que dio al mundo fue Gary Lineker, Balón de Plata y goleador del mundial México 86, que convirtió el descuento 1-2 en los cuartos de final, el día de “la mano de Dios” y del “barrilete cósmico”.

El Leicester City juega de local en un muy bonito estadio construido en 2002. Su capacidad es de 32 mil espectadores y la entrada para concurrir a un adulto le cuesta alrededor de 57 dólares. Un menor paga aproximadamente 30 dólares.

El entrenador del Leicester City tiene 64 años; tal vez por ese motivo, su cabello sea de color blanco. Claudio Rainieri es conocido por los hinchas argentinos de la época en que dirigía el Valencia F.C. de España a fines de la década del noventa y en el que jugaban el “Piojo” López, el “Burrito” Ortega y Guillermo Morigi. Muchos recordarán que estos tres jugadores fueron los autores de los goles en el triunfo histórico ante Barcelona en el Camp Nou por 4 a 3, luego de ir perdiendo 0-3, a veinte minutos de la finalización del partido.

Cuando asume Rainieri en el Leicester City las pretensiones distaban de ser ambiciosas; para pelear el primer puesto estaban equipos como el Arsenal de Arsène Wenger, el Manchester City de Agüero y Pellegrini, Manchester United de Van Gaal o el Chelsea que había “repatriado” a José Mourinho. Para el Leicester, el principal objetivo iba a ser salvarse del descenso y y si se podía, estar arriba de la mitad en la tabla de posiciones.

Respecto al juego, la táctica de Rainieri seguiría siendo la misma de siempre, lo que mostró en cada uno de los equipos que dirigió: su letal contrataque. Un arquero con buena pegada para sacar rápido y a larga distancia; defensores fuertes y con presencia en el juego aéreo, ya sea en defensa o en ataque (el central alemán Robert Huth hizo tres goles en lo que va del torneo); que los defensores y mediocampistas estén muy cerca y conectados, para no perder el orden táctico y quedar siempre bien parados; que sus delanteros sean rápidos y oportunistas (el japonés Okazaki o el argentino Ulloa) más el goleador Jamie Vardy. No hay lugar para el "tiki tiki" de Ángel Cappa ni tampoco preocupación por el control de la pelota (es uno de los equipos con menor posesión de balón).

Jugando de esa forma el Leicester City venció al Tottenham, al Chelsea, al Liverpool, al Manchester City, y empató con el United, al que deberá visita en la antepenúltima fecha de la liga. En la 36°será ante el Everton a quién ya le ganó y en la última, visitará al irregular Chelsea, sin Mourinho y con Guus Hiddink.

Más meritoria es la campaña del Leicester City si tenemos en cuenta que no es un club que cuente con los ingresos económicos más importantes de la Premier; no hay jeques árabes ni millonarios rusos o chinos detrás de las finanzas del club. Valga la aclaración, tampoco es un club pobre (ningún equipo de la primera divsión inglesa lo es); recibe sólo por derechos de televisación más de 100 millones de Euros.

Hasta hoy, se llevan disputadas treinta fechas de la Premier League y el Leicester City sigue al frente de la tabla de posiciones.


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Al momento de pensar las claves del Leicester City estamos en condiciones de afirmar que son varias las individualidades que sobresalen en el equipo de Rainieri: Mahrez, Vardy y Schmeichel. 

La gran figura del equipo es el argelino-francés Riyad Mahrez. Este jugador nació en Sarcelles (Francia) en 1991 y juega con el número 26 pero debería llevar el 10. Es un mediocampista de creación y su pierna más hábil es la izquierda. Jugó el mundial pasado en Brasil para Argelia, país del que es oriundo su papá; su mamá nació en Marruecos. A la fecha, lleva convertido 15 goles en 28 partidos. Sin embargo, también debemos contar sus 11 asistencias, especialmente aprovechadas por Jamie Vardy, goleador inglés del equipo y de la Premier League.

Jamie Vardy tiene 29 años y es el 9 del equipo. Pero su historia también merece un párrafo propio. A los 16 jugaba en las inferiores de Sheffield Wednesday y fue dejado libre. Recaló en un club muy menor llamado Stocksbridge Park Steels donde ganaba muy poco dinero. Por este motivo, debió conseguirse un empleo como obrero. A los 23 años y por su buen rendimiento en el Stocksbridge pasó al Halifax de la séptima división (si existiera una equivalencia con el fútbol argentino sería como una “Primera G”); luego pasó al Fleetwood de la quinta división hasta que el Leicester City decidió hacer una gran apuesta: pagar un millón de dólares por este ignoto delantero. A fuerza de goles (lleva 19 en 29 partidos), fue convocado para jugar en la selección inglesa.

En el arco aparece un apellido ilustre: Schmeichel. Pero no es Peter sino su hijo Kasper.
Kasper Schmeichel se formó en el club rival donde su padre fue ídolo, el Manchester City, (dicho sea de paso, fue donde Peter se retiró). Debutó en 2007 en el club “Ciudadano” pero no logró consolidarse. Su carrera continuó en divisiones de menor rango en el fútbol inglés. En 2011 fichó para el Leicester City y volvió a jugar en la Premier a partir de la temporada 2014-2015. Debido a su buen nivel, la federación inglesa quiso que el joven Schmeichel jugara para la selección pero el arquero rechazó la propuesta, dándole prioridad a la de Dinamarca, de la que hoy forma parte. En enero pasado corrió el rumor de que el Manchester United quiere sumarlo a sus filas para reemplazar a De Gea (posible traspaso al Real Madrid). Mientras tanto, Schmeichel sigue dando muy buen rédito en el Leicester City.

José Leonardo Ulloa hizo inferiores en la Comisión de Actividades Infantiles de Comodoro Rivadavia. Siendo jovencito pasó a San Lorenzo de Almagro. Jugó a préstamo en Arsenal de Sarandí y Olimpo de Bahía Blanca. Poco tiempo después, emigró a Europa en 2008. Jugó en clubes de poca trascendencia como Castellón, Almería y Brighton. En 2014 llegó a Leicester City y convirtió hasta ahora 3 goles; alterna con el japonés Shinji Okazaki, quién suma cuatro tantos.

Ocho fechas. Tan solo ocho pasos le queda transitar al Leicester City para obtener el título que no pudo conseguir ni siquiera una vez. ¿Cómo saber si es poco o mucho? Se verá.






miércoles, 2 de marzo de 2016

Contacto en Francia: ¿se conocieron Barón Biza y Céline?

"Viaje al fin de la noche" y "Barón Biza. El inmoralista"

Estuve leyendo "Barón Biza. El inmoralista", la biografía que escribió Christian Ferrer, recientemente editada en su versión definitiva por editorial Sudamericana y al enterarme de la estadía de Raúl Barón en París inmediatamente pensé en "Viaje al fin de la noche" de Louis-Ferdinand Céline, cuando el escritor francés hacía referencia en su novela a los "argentinos":

"Militares del ejército de tierra se la disputaban a brazo partido, aviadores también y con mayor facilidad aún, pero la palma seductora se la llevaban los argentinos".

"Todos aquellos argentinos, todos aquellos oficiales, aquellos clientes buscones le causaban una inquietud casi animal".

"Acompañaba cada vez con mayor frecuencia a las cantantes a casa de los argentinos".

En la página 51 de la biografía "Barón Biza", Ferrer nos informa sobre la presencia muchísimos argentinos en París aquella época, las primeras décadas del siglo XX:

"Era un argentino en París, lo cual quería decir algo, mucho en verdad, pues por allí pulularon niños bien -varias generaciones de niños bien-, artistas, literatos, estudiantes, calaveras y una runfla de tangueros. Promediando la década de 1920 había miles de compatriotas anclados en la "Ciudad Luz, sede central de la Internacional del Modernismo".

Raúl Barón lejos estaba de ser un hombre de bajo perfil; me pregunto si tal vez no se llegaron a conocerse estos dos hombres, aunque sea de vista, o si al menos, compartieron alguna reunión. En relación a esto, el único dato que conozco es que Céline había regresado a París en 1919 y que en 1920, Barón Biza ya estaba en la "Ciudad Luz".







martes, 1 de marzo de 2016

"El santo", de César Aira


Lionel Messi, el segundo caminador más famoso de Cataluña

En el mundo del fútbol siempre se escuchan y leen cosas disparatadas. Una de ellas tiene que ver con que Lionel Messi camina mucho en el campo de juego. Afortunadamente, él mismo desmiente y pulveriza estos discursos, partido a partido. Lo que nunca se dice es que Messi no es el primer caminador de Cataluña más famoso. El primero fue "El santo", un monje milagroso cuya vida es narrada por César Aira.

A nosotros los lectores, muchas veces nos preguntan por cuál libro comenzar a leer a un determinado autor. Es por ello que a la hora de recomendar un libro para hacer “el viaje iniciático” nos fijamos en un texto donde se reconozcan los rasgos específicos del autor, sus marcas, su secretos y sus recurrencias en relación a la escritura y al estilo. La última condición es que la historia narrada sea más o menos entretenida, no tanto en términos de diversión sino que tenga la suficiente potencia como para capturar la atención del lector.

Para todos aquellos que quieran leer a César Aira, “El santo”, novela publicada a mediados de 2015 bajo el sello Penguin Random House, es una muy buena puerta de ingreso a su mundo. Para los que ya lo leyeron, está de más decirles que la calidad de la novela está asegurada.

En los últimos siglos de la Edad Media, y tal como nos cuenta el narrador, cuando nada hacía prever su fin, un monje milagroso, en cuyo haber tenía más de ochenta prodigios realizados, le comunica al abad del convento catalán en el que vive, la decisión de volver a su pueblo natal para pasar las últimas horas de su vida.
El abad y los “vecinos” de Cataluña no aceptan la partida de “El santo” ya que, debido a la atracción que generaba en aldeas cercanas y también lejanas, la economía del pueblo se vería afectada sensiblemente.
Para evitar su regreso a la zona etrusca, deciden llevar a cabo un plan innombrable con consecuencias inesperadas para “El santo” De un momento a otro, su vida ya no sería solo una caminata lenta, reflexión metafísica y religiosa. Los nuevos tiempos, de movimientos y vaivenes llegarán inmediatamente.

Podemos afirmar que “El santo” es una muy buena novela por la creatividad, imaginación e inventiva que despliega sin mezquindad César Aira. Se despliega su ocurrencia ante cada nuevo rumbo al que se ve llevado por los designios del azar el viejo monje. No deja de ser menos interesante el juego de anacronismos con los que se luce el autor: el plan “Poligamia para todos”; el funcionamiento de lo que sería “el mercado” en épocas anteriores al mismo “protocapitalismo”; pensar la relación costo-beneficio sobre si a un empresario le conviene más un esclavo o un “trabajador libre”.

“El santo” es una novela en la que Aira nunca pierde el hilo del relato, la salida forzada de las tierras en las que siglo más tarde tendrá a otro ser milagroso, también extranjero: Lionel Messi.

Por último, lo que para muchos escritores puede ser un límite, para César Aira es simplemente un marco. El autor ha manifestado en varias entrevistas que en su método de trabajo, una de las tareas que lleva a cabo inexorablemente, es escribir aunque más no sea una página por día, todos los días y sobre todo, porque le gusta. 

Sí podemos desmentir a Aira cuando dice que no corrige ni revisa; tal vez sea una exageración: cuando terminen la novela se darán cuenta de esto cuando lean al principio de los primeros capítulos y luego, cerca del final de la novela, la fineza y exactitud con la que narra una micro-historia acerca de las pantuflas que lleva puesta el monje, que fueron cosidas por unas monjitas del convento. Ahí podrán ver que en Aira no hay cabo suelto.

“El santo” de Cesar Aira, un relato que avanza, fluye y huye, siempre hacia adelante.